sábado, 14 de febrero de 2015

Tainos: lo poco que se sabe


SE SABE POCO DE LOS TAÌNOS: para la mayorìa es sinònimo de indìgenas de las Antillas al momento de la llegada de Cristòbal Colòn, pero èsto no es totalmente cierto. Habìan otros indìgenas cohabitando diferentes àreas de las Antillas al momento del descubrimiento y los primeros años de conquista, y no siempre la relaciòn entre ellos era buena y cordial.
La idea de que los TAÌNOS era una sola raza que poblaba las Antillas al momento del Descubrimiento
nace de Sven Loven, segùn teorizò en su libro: Origins of the Tainian Culture, West Indies, Elanders, Gotheburg, 1935, y supongo que recogiendo presunciones hechas por otros autores, en Puerto Rico por ejemplo Salvador Brau, que hablò de una sola raza que poblò las Antillas. El concepto es falso.
Sobre la teorìa, de Loven, dice el Dr. Maccio Vèlez Maggiolo, arqueòlogo y antropòlogo dominicano que la presencia taìna no era pareja en todas las Antillas, ni siquiera era pareja en toda la Isla de Puerto Rico: ''La informaciòn arqueològica obtenida hasta el momento señala que la cultura taìna, si se entiende por taìno todo lo que representa la expresiòn chicoide, no fue total ni en Jamaica, ni en Cuba, tampoco Puerto Rico, en donde es evidente un predominio del taìno hacia el occidente y las zonas cordilleranas centrales. No hubo pues, un solo momento en la cual la cultura taìna dominaran todas las Antillas. Se puede decir que que los taìnos ocuparon y desarrollaron grandes parcelas culturales, y que ppor lo tanto, compartieron las islas, como veremos, con otros grupos de diferente modo de vida''. (La Cultura taìnaSociedad Estatal del Quinto Centenario, Turner Libros, S.A., 1989, p.18). Vèlez Maggiolo dice que inclusive expresiones lìticas, es decir, cosas hechas de piedra, como los cinturones, que son clasificados taìnos sin haber prueba veraz de eso.

Expone Luis Chanlatte, conocido arqueòlogo, en su escrito La Frontera taìna: su prehistoria y sus precursores, que segùn el investigador Stark M's la lengua taìna pertenece o tiene su raìz en la lengua arahuaca o aruaca,
al momento del Descubrimiento
sin embargo para los arqueòlogos Noble y Taylor no pertenece a esos pueblos, que segùn algunas teorìas se movieron desde el Rìo Negro afluente del Rìo Amazonas hasta la cuenca del Rìo Orinoco y de allì a Venezuela de donde se movieron hacia las Antillas. Pero no existe evidencia de ello tampoco.

Es decir, que aùn entre los arqueòlogos no hay nada que sustente una teorìa por encima de otra. Eso explica entonces por què Fray Iñigo Abbad y Lasierra dice que, refirièndose a los Caribes, que eran distintos y diferentes a los taìnos, y que fìsicamente se parecìan màs a los indìgenas hostiles que enfrentò Juan Ponce de Leòn al arrivar a la Florida, describiedo indìgenas màs altos, màs fuertes y aspecto màs corpulento.



Cuando buscamos los cronistas del descubrimiento encontramos semejanzas en muchas de las descripciones, pero encontramos narraciones como la de Ramòn Pane, cronista que viviò entre los indìgenas por 15 años y es una de las personas que màs documentaciòn dejò sobre ellos, en un momento en que el Almirante Cristòbal Colòn le ordenò dejar el pueblo de Macorix en la Española e irse a vivir con el Cacique Guarionex, que còmo le pedìa cosa asì, sabiendo que la lengua que hablan en Macorix es distinta de la que habla Guarionex, aunque Guarionex hablaba una lengua que entendìan en toda ese paìs. Los nombres que recoje Pane en Macorix, Repùblica Dominicana, no suenan para nada como los nombres de los caciques identificados en Puerto Rico.
¿Còmo vivìan? Los taìnos fueron descritos como: individuos que vivìan en forma primitiva en casas de madera (palos) que techaban con pajas, hojas y pencas de palma.
Las casas llamadas YUCAYEQUES, eran redondas y las construìan alrededor de una gran plaza que llamaban BATEY. La casa del principal de la aldea era màs grande. El  cronista Gonzalo Fernàndez de Oviedo describe el yucayeque cerca de la bahìa de San Juan como uno muy bonito, con caminos adornados con plantas a lo largo.
¿Còmo eran?  Fìsicamente fueron descritos como de màs baja estatura que los españoles, es decir, debieron medir en promedio unos 5'0'' a 5'3 de estatura o menos. Tenìan la piel color bronce, narìz chata con fosas rasgadas. Ojos negros almendrados.

De cuerpo proporcionado y buenas formas. Pelo negro, tipo argel, dicen algunos cronistas, o àspero dicen otros. Eso significa que no tenìan pelo lacio como se ha dicho tradicionalmente, sino que su pelo es como dirìamos ahora, tipo cereta (cereta que es una palabra en Puerto Rico sacada de cerete, sinònimo de ano. Es decir pelo de la cabeza, como el vello pùbico). 
¿Què vestìan? Andaban desnudos, hombres y mujeres, las mujeres casadas usaban una NAGUA, que era una faldilla hecha de pajas tejidas.
Sobre las mujeres llama la atenciòn en los escritos, principalmente de Fray Bartolomè de las Casas y Fray Ramòn Pane que describen escandalosamente la disponibilidad sexual sin protestar de las mujeres, con la excepciòn de los dìas despuès del parto, en que no tenìan relaciones sexuales.
Tambièn les llama la atenciòn la naturaleza sodomita de los hombres, y en màs de un escrito los llaman bàrbaros sodomitas. Este lujurioso comportamiento hace pensar que las àreas pobladas por los taìnos estaban densamente pobladas, Ramòn Pane dice que Guarionex podìa reunir en un llamado a 5 o seis mil taìnos, pero debemos recordar que la expectativa de vida del taìno era de apenas unos 35 en promedio.
¿En què creìan? Ramòn Panè describe las creencias de los indios con los que conviviò antes de ir a vivir con Guarionex (que segùn Panè eran diferentes de Guarionex en su idioma y costumbres). Segùn èl estos indìgenas: tenìan ìdolos en las casas que llamaban cemìes, que hay un ser inmortal que nadie puede ver llamado Yocahu Vagua Maorocotì que tiene madre, pero no principio llamada Atabex Yermaocuagan Apito Zuimaco.
Los cemìes tenìan nombre y eran las deidades de distintas cosas, del agua de los rìos, las montañas, las nubes, etc.
¿Què comìan?: principalmente yuca, raìces, caracoles de tierra, tortugas, peces, jutìas(especie de roedor), aves y frutas. Con la yuca que amasaban preparaban una especie de pan llamado CASABE, para hacerlo usaban un BURÈN, que era una especie de plancha en barro a la que le metìan fuego por abajo.
¿Què orden social y polìtico tenìan?, tenìan la siguiente divisiòn socio polìtica: 

Cacique no era solamente una persona, eran todos los miembros de la familia lìder. Por eso a la muerte de Aguaybana, (tambièn nombrado Guaybana, Agueybanà o Guaybanà), su hermano, llamado igual, siguiò al frente. El poder era matriarcal, significa que se heredaba por linea materna. Los naborias eran siervos de los caciques, los caciques no trabajaban.
Llagas por Leishmaniasis
¿Enfermedades? Los cronistas describen condiciones que observaron en los indìgenas. Escriben algunos sobre el mal de bubas, otros  el mal francès, refierièndose a lo mismo: sìfilis. El Dr. Diego Àlvarez Chanca,
llaga por sìfilis
cronista de los primeros años de conquista, describe las lesiones en la piel, llagas que se veìan en algunos indìgenas y que solìan ir al llamado behique, mèdico curandero, a ser tratadas con cataplasmas de guayacàn. Pudieron ser de cierto casos de sìfilis,
mosca de monte
pero a mi juicio pienso que tambièn pudo haber sido Leishmaniasis que es una enfermedad infecciosa producto de la picada de la mosca de monte, que igualmente produce llagas y que esparcida por el cuerpo llega a producir la muerte. Es una enfermedad tropical comùn y controlada en muchos paìses en la actualidad.
Tambièn Ramòn Panè describe a los hombres caracaracol, que eran hombres con piel escamosa como los caracoles de mar.
¿Què otras cosas se saben de cierto?
  • Que la plaza central frente al yucayeque era usada para jugar pelota, que era un juego que consistìa en golpear una bola hecha de raìces y enredaderas con los hombros, antebrazos, cabeza, muslos y pies màs no con las manos.
  • Que en esa plaza hacìan una danza de guerra llamada AREYTO (se pronuncia areìto). En esa danza podìan reunirse cientos o miles de ellos.
  • Fray Iñigo Abbad y Lasierra dice que en el censo de 1799 quedaban 2,300 taìnos puros en la montaña. Eso es distinto de lo que mencionan algunos escritores que dicen que los màs de 100 mil tainos que vivìan en Puerto Rico a la llegada de los colonizadores fue exterminada en el primero siglo.
  • Que sembraban en lo que los españoles llamaron montones. hacìan pequeños montìculos de tierra donde clavaban la yuca de forma diagonal.
  • Que creyeron que los españoles eran inmortales, segùn le habìa revelado un cemì a un cacique en la Española.
  • Que tenìan el cràneo deforme porque se apretaban una banda y la frente se quedaba echada hacìa atràs.
  • Que se mezclaron con los primeros colonizadores. 
  • Que fueron vìctimas de trabajos forzosos y castigos extremos, aun cuando nunca fueron declarados esclavos. El Rey Fernando de Aragòn diò òrdenes expresas de que no se consideraran esclavos, pero la violaciòn de esta orden advino a conocimiento de los Reyes por boca de Fray Bartolomè de las Casas muchos años màs tarde.
  • Que no tenìan escritura.
Fuentes: 

  • Historia geogràfica, civil y polìtica de laIsla de San Juan Bautista de Puerto Rico. Fray Bartolomè de las Casas.
  • Relaciòn acerca de las antiguedades de los indios. Ramòn Panè.
  • Vida del Almirante Don Cristòbal Colon. Hernando Colòn.
  • La Cultura taìnaSociedad Estatal del Quinto Centenario, Turner Libros, S.A., 1989, p.18
  • Crònicas de Puerto Rico, notas por Eugenio Fernàndez Mèndez. editorial Universidad de Puerto Rico, 1969.                                                      
  • La nueva arqueologìa de Puerto Rico. Luis A. Chanlatte Baik,1990. pp 16-31.
  • La lengua de los taìnos. Josè Juan Arrom.
  • Manual de historia diominicana. Frank Moya Pons, 8va ed. UCMM.
  • Vida y costumbres de pueblos del Caribe y de la Amazonia. Àlvaro Cruz Garcìa. Edimat Libros.


Lourdes E. Moya-Diaz, copyright 2015

domingo, 8 de febrero de 2015

Preàmbulo al descubrimiento de Puerto Rico

El camino a descubrir otras tierras despuès del primer viaje de Cristòbal Colòn fue la consecuencia lògica despuès de haber llevado pruebas a las majestades catòlicas de la existencia de nuevos territorios. 

Las luchas internas reales en la Corona de Castilla le valieron a Isabel un sitial en la historia a donde llegò, ni por casualidad  o suerte, sino por su regio temperamento
Isabel la Catòlica
que se impuso a los deseos de Enrique IV su hermano, quien no deseaba que Isabel se uniera en matrimonio con Fernando de Aragòn hijo de Juan II de Aragòn. Al morir Enrique IV, ella reclamò su lugar y casada con el rey Fernando consolidò los Reinos de castilla y Aragòn.

El 1492 marcò el fin de la Guerra de Granada donde los Reyes Catòlicos Fernando e Isabel habìan derrotado el ùltimo reinado moro en España. La uniòn de estos dos monarcas marcò el inicio de una era de ambiosa expansiòn,
Fernando e Isabel. Alonso de Mena, 1632
no solamente en el suelo peninsular, sino que apoyaron los planes aventureros de Cristòbal Colòn al Nuevo Mundo, buscando una nueva ruta hacia las Indias u Oriente, e iniciaron una movida hacia el norte de Àfrica, prolongando su reino hasta Trìpoli, Oran, Bujìa, Mazalquivir, Argel y extendièndose hacia Canarias, a donde en 1496 iniciaron su conquista. 



Bàsicamente ese era el escenario en España en los años en que se produce el descubrimiento de Amèrica. Las luchas entre los reyes europeos eran un continuo reto, donde cada rey buscaba sobresalir sobre otro.

Recientemente muchos autores hablan de que la palabra ¨descubrimiento¨ no deberìa aplicarse al evento colombino, porque las àreas visitadas por Cristòbal Colòn, cuyo nombre real era Cristòforo Colombo, españolizado a Cristòbal Colòm en algunas crònicas y Cristòbal Colòn en otras, ya estaban habitadas por pueblos indìgenas o aborìgenes por indeterminado tiempo. Pero para los españoles, europeos y el resto del mundo que desconocìan la existencia de èstos lugares y pueblos era un descubrimiento. Lo mismo sucede con todas los descubrimientos de la ciencia, las cosas siempre han estado allì, a veces con conocimiento de facto de alguien, pero no es hasta que alguien llama la atenciòn sobre algo y lo bautiza, no es, en consecuencia, llamado asì posteriormente.

En lo que a mì respecta, considero seguir llamando ¨descubrimiento¨ a este evento històrico.

Mientras las luchas reales se daban en España, en las Islas que despuès se llamarìan el Nuevo Mundo, eran habitadas por los TAINOS, con iguales eventos bèlicos entre otros pueblos indìgenas con quiènes no habìa plena compatibilidad. Es decir, que los mismos conflictos de poderìo que habìa entre los reinos europeos, tambièn los habìa entre los indìgenas.

La presencia de estas razas en las Antillas se estima que se remontan hasta 5,000 años antes de Cristo con los PALEO-INDIOS 
que pudieron habitar originalmente las regiones de Cuba, la Española y Trinidad entre los años 5,000 y 2,000 antes de Cristo. Estos habitantes primitivos eran principalmente cazadores.

Entre los años 1,000 al 500 a. C., los MEZO-INDIOS de regiones del continente sur y con una cultura mas sofisticada, se movieron a las Antillas Menores y eventualmente a las Antillas Menores
ilustracion imaginaria de pueblos indigenas de Luisiana
a donde se conocen como CIBONEY, o SIBONEY, que es una voz arahuaka que significa hombre de cavernas, porque en su origen utilizaban las cuevas y cavernas para vivir.

Del año 300 y en adelante, a las islas mayores se movieron los llamados NEO-INDIOS que son pueblos arahuakos, entre ellos los TAINOS, que se regaron por todas las Antillas Menores y Mayores, y tambièn se movieron al sur para el año 1,000 antes de a.C, los CARIBS o CARIBES  o CABRETS desde las Regiones del Orinoco en el continente sur.

Al llegar los españoles a las islas, eran los TAINOS los que las poblaban la Isla de Borinquen.
Eran una raza con cierto orden social. La lìnea de jefatura se establecìa por matriarcado donde los lìderes eran llamados CACIQUES. 

Cacique no era solamente un lìder, eran todos los miembros de esa familia.  Lo que significa que habìa linaje establecido y castas. Ejemplo: Al llegar Cristòbal Colòn en 1493 a las costas de Puerto Rico, en el noroeste reinaba Aguaybana, o Guaybana, o Guaybanà, o Agueybanà, como lo quieran llamar porque distintos cronistas escriben su nombre a como le sonaba. Y a su muerte, entrò a gobernar Guaybana su hermano (mismo nombre). Asì que veremos en las narraciones que en algùn momento identificaràn a alguien con un nombre y en lo sucesivo dejaràn de decir el hermano de fulano, o la hermana de fulano, o el hijo de fulano, y lo seguiran llamando por su nombre. Cuando inciò la conquista y eran bautizados, su nombre cambiaba a uno cristiano. Igualmente cambiaban el nombre con algùn soldado español con el que hacìan un pacto.

Los TAINOS formaban sus àreas de vivienda limpiando los suelos con fuego. Allì construìan sus bohìos y formaban el yucayeque o villa. 

Estos yucayeques podìan contener hasta 2,000 indìgenas como se describieron en la Española. Las casas eran redondas, de palos y techadas con pencas y hojas. Casi siempre en medio hacìan una plaza o batey, en donde hacìan el juego de pelota o bailaban el areyto,  que era una danza de guerra.

Sobre los TAINOS, los IGNERI y los CARIBE escribirè aparte



Lourdes E. Moya Diaz, copyright 2015

Introducciòn al Blog

Borinquèn: verdades y mentiras històricas

En la bùsqueda de informaciòn de un tema particular que trabajo sobre los jìbaros, he tenido que llegar hasta las crònicas del descubrimiento y la conquista para poder desenmarañar el enredo narrativo en que se ha convertido la historia de Puerto Rico en boca y pluma de muchos ''historiadores'',
que lejos de reescribir los hechos històricos apoyados en las narraciones de los cronistas, los han aderezado intencionalmente con sentimientos y resentimientos que no dejan espacio a que los lectores desarrollen un anàlisis puro y propio.

Debo decir, sin temor a ofender la memoria de algunos historiadores de fama de Puerto Rico, que del dicho al redicho hay un precipio. Ya fuera porque se alteraran narraciones, añadiendo comentarios, o que se dejaran intencional o inintencionalmente, elementos que pudieron hacer una diferencia a la hora de un anàlisis de los hechos.

Resulta difìcil para muchos autores, cronistas, reporteros o periodistas, a la hora de narrar en testimonio de un hecho, que eventualmente puede convertirse en un evento històrico, el dejar a un lado la opiniòn personal. No saben separar el grano de la paja.

Pienso, a la hora de narrar un hecho del que se es testigo, se debe circunscribir a lo que viò, oyò, oliò, palpò y sintiò del hecho narrado. El trabajo lo haràn los verbos y las descripciones, que en todo caso, siempre deberàn ser gràficos y elaborados, como quien pinta un cuadro, en este caso con palabras y con los elementos detallados para que el lector pueda, con la mera descripciòn, pintarse su propio cuadro del hecho. No es que el cronista no muestre sus sentimientos, pero debe ser imparcial.

Las pujanzas o templanzas, las pasiones y las determinaciones, el odio y la inhumabidad, el amor y la compasiòn de los que actuaron, quedaràn entonces, plasmados en la narrativa de los cronistas, y de allì los futuros lectores dicerniràn y haràn sus propios juicios y crìticas.

Lo que resulta imperdonable es el falsear datos, exagerar nùmeros, cambiar escenarios o protagonistas, y es suficiente para descartar cualquier documento o relato que descartado y entonces
todo dependerà de la facilidad de obtener otros documentos que puedan usarse para contrastar lo narrado y entonces dicernir, constatar y confirmar lo escrito. De lo contrario deberà darse por bueno y aceptarse, y solamente investigaciones màs profundas, como las arqueològicas pudieran arrojar alguna luz sobre las dudas quedadas.

Debo criticar a muchos historiados de fines de Siglo XX y del nuevo Siglo XXI cuyos escritos provocan y destilan odio y resentimientos en contra del invasor y manipulan la opiniòn de los lectores, lo que a veces hace duro el dicernir el escrito. Aun cuando las invasiones, las conquistas y las guerras son antipàticas, e innecesarios en la mayorìa de los casos, lo cierto es que ese ha sido el devenir de las sociedades desde el desarrollo original de las sociedades. 

He redescubierto muchas cosas del proceso del descubrimiento y conquista que desconocìa porque jamàs me lo enseñaron en ninguna clase de historia de Puerto Rico, cosa que de cierta manera me ha producido coraje, porque pienso que no solamente he sido yo la desconocedora,
sino miles de puertorriqueños de distintas generaciones, y eso nos deja ignorantes de aspectos importantes, de cosas que inclusive pueden servir para entender nuestra idiosincracia y particularidad como pueblo. No temo a equivocarme al afirmar que somos muchos màs que una raza producto de la taina, la española y la africana. Somos mucho màs.



Lourdes E.Moya Diaz, copyright 2015.